TRATAMIENTO
Con un control adecuado de la A1c, la presión arterial y el colesterol en sangre, podemos mitigar las posibilidades de que se presente retinopatía diabética en el ojo. El manejo de estos factores de riesgo debe ser realizado por el Médico de Atención Primaria o el Endocrinólogo. Sin embargo, a veces, manejar estos factores de riesgo puede no ser suficiente para frustrar la retinopatía diabética.
Centramos el tratamiento en función de dos hallazgos notables del examen, y cada uno puede tener subcategorías:
1) La cantidad de crecimiento de vasos sanguíneos y
2) La cantidad de hinchazón en la parte más importante de la parte posterior del ojo: la mácula.
No toda la retinopatía diabética necesita ser tratada y la mayoría solo necesitará monitoreo. Todos los pacientes con retinopatía diabética deben concentrarse en mejorar sus niveles de A1c y todos los demás factores de riesgo.
Las opciones de tratamiento incluyen:
• Inyecciones en el ojo (anti-VEGF o esteroides)
• Láseres llamados láser focal o fotocoagulación panretiniana (PRP)
• Cirugía El daño causado por la retinopatía diabética no es reversible.
Los tratamientos anteriores intentan retrasar la progresión de la enfermedad. El objetivo de estos tres tratamientos es disminuir la producción de VEGF, disminuir la inflamación y la hinchazón y dificultar el crecimiento de los vasos sanguíneos. Además, la cirugía elimina el gel del ojo llamado cuerpo vítreo. El cuerpo vítreo puede actuar como una esponja para VEGF y un andamio para que crezcan nuevos vasos sanguíneos. Entonces, en casos severos, el cuerpo vítreo se extirpa quirúrgicamente.
El oftalmólogo decidirá, según el examen, qué combinación de estos se necesitará.